En el sector de las reformas, por desgracia, se dan con frecuencia trampas y engaños. Algunos de ellos los detallamos a continuación de esta forma usted estará mejor informado/a al plantear el proyecto de su reforma integral. Clasificamos estos engaños en leves-medianos y graves (los auténticos fraudes):

LEVES O MEDIANOS

En este grupo describiremos las trampas y engaños que pueden acarrear un perjuicio o un coste mayor del esperado:

  • El presupuesto inicial es muy bajo muy bajo y luego van apareciendo partidas ocultas, con lo que el coste final sube a niveles de otros presupuestos o incluso superan esos niveles. Nuestra recomendación es que se tenga en cuenta que una reforma es como todo negocio o transacción, nadie trabaja para perder dinero; como mínimo ha de ganarse para cubrir costes y tener un modesto beneficio. Menos de ese valor es signo de que hay un error, que puede ser sin mala intención o a sabiendas.
  • No se especifica la calidad de los materiales. El cliente es atraído por el bajo precio. Al no especificar la calidad de los materiales estos serán de baja calidad los cuales después causan problemas, como por ejemplo:
    • Las baldosas se rompen enseguida, se ponen puertas semi-huecas, no se encuentran recambios de los sanitarios al ser de una marca desconocida (por ejemplo si hay que cambiar la tapa del inodoro), etc…
    • Se presupuestan muebles de cocina “kit” (que se atornillan, a diferencia de los muebles de cocina de carpintería que se encolan en unas regatas), los cuales al cabo de poco tiempo pierden la solidez y empiezan a moverse de un lado a otro.
  • En un presupuesto demasiado bajo uno de los factores que observaremos es que la reforma no se realiza con personal no cualificado. Esto repercute en la calidad de la obra, de los acabados e incluso en la seguridad de las instalaciones y edificaciones. Además de los perjuicios que pueden causar operarios no expertos, está el riesgo de que realicen la reforma trabajadores que no estén contratados y dados de alta en la Seguridad Social. En este caso, si hubiera una inspección de Trabajo o sucediera un accidente durante la reforma, el propietario de la casa podría resultar multado y tener problemas, además de que se paralizarían los trabajos (sucede bastante que obras queden paradas durante meses por causas de este tipo).

 

 

Recomendación: Aunque no trata directamente sobre reformas, pueden surgir problemas al comprar un piso de segunda mano. Antes de comprar cualquier piso de un edificio de una cierta antigüedad, es importante verificar las características y los datos sobre la ITE (Inspección Técnica de Edificios) y los procesos de rehabilitación que se están llevando a cabo en la finca. Nos podemos encontrar con muchas sorpresas desagradables.

Por otra parte, los que hacen reformas “low cost” no suelen tener medios ni equipo apropiado. O no tienen furgoneta o la tienen en muy malas condiciones. Es frecuente que durante las obras se estropee la furgoneta y que repararla cueste mucho (son vehículos ya muy usados y viejos). Si los trabajadores no tienen dinero para reparar el vehículo, se puede parar la obra porque no tienen forma de ir a buscar el material. Esto parece mentira, pero cosas así suceden y muchas veces.

 

ENGAÑOS Y TRAMPAS GRAVES (FRAUDES)

En este tipo de engaños, la intención de los “profesionales” de reformas es directamente quedarse con la mayor cantidad de dinero posible y desaparecer, sabiendo desde un comienzo que no van a terminar la obra.

  • Presupuestar muy barato, a un nivel que es imposible que salgan los números para el que realiza la reforma. Pedir el primer pago para comprar material y desaparecer.Es normal solicitar un primer pago para comprar el material, que casi siempre supone una parte significativa del coste total, y que en muchas ocasiones hay que encargar con antelación. El cliente debe pagarlo y el material queda en su casa. Si no se pidiera, la empresa de reformas corre el riesgo de que el cliente diga que no quiere continuar la obra por cualquier razón y que la empresa haya adelantado un dinero que no recupera (los profesionales de las reformas también corren el riesgo de que no les paguen).
  • Una variante de lo anterior es presupuestar muy barato con la intención de no acabar la obra. Los que hacen la reforma trabajan mal, el cliente se queja de que no ponen bien las baldosas, etc… Entonces hay enfado y se largan, habiendo ya cobrado una parte importante del precio.
  • Otra variante de lo mismo es presupuestar las primeras fases de la obra caras y las últimas baratas, de manera que el total del precio es más barato que la competencia. Se comienza la obra, se realizan las primeras fases y se abandona sin realizar las últimas fases (las cuales no aportarían ningún beneficio).

 

LOS RIESGOS DE PEDIR UN PERMISO DE OBRAS POR UNA REFORMA MENOR DE LO REAL

Aparte de que realizar una obra sin pedir el correspondiente permiso en el Ayuntamiento, puede acarrear una cuantiosa multa al propietario del inmueble, se suele dar el caso de que la empresa de reformas recomiende pedir una licencia de obras por algo mucho menor de lo que se va a hacer (debido a que se paga un porcentaje del total del presupuesto): por ejemplo pedir un permiso para hacer un baño y después realizar una reforma integral.

Esta práctica era bastante frecuente hace unos años, pero ahora es algo con mucho riesgo, dadas las difíciles circunstancias económicas que están pasando todos los Ayuntamientos por falta de ingresos. Es una invitación a que le pongan una multa muy elevada ya que es algo que en los municipios se sabe bien que ocurre con frecuencia.

CONCLUSIONES

Si no alcanza el dinero que tenemos para gastar en la reforma, a nuestro entender, las opciones inteligentes son:

  • Pedir un crédito a interés reducido: Las empresas de reformas solventes suelen tener un acuerdo con una entidad bancaria para ofrecer créditos a interés reducido para sufragar al menos una parte de la reforma. También se puede solicitar un crédito ICO (Instituto de Crédito Oficial) en su entidad financiera.
  • Reducir la calidad de los materiales (hasta un límite de mínima calidad aceptable): por ejemplo, colocar encimera de mármol en la cocina en vez de Silestone, optar por una cerámica de suelo más económica, instalar una nueva ducha más sencilla, etc…
  • Hacer menos cosas: Es frecuente que, si a los clientes no les alcanza el presupuesto para todo lo que les gustaría hacer, lo dividen por fases y lo van haciendo por etapas durante varios años.
  • Esperar un tiempo a disponer de más dinero. En reformas, es mucho mejor no hacer nada que el que se haga mal.

El precio es sólo uno de los factores importantes en un presupuesto de reforma. Actualmente es algo significativo, pero hay otras cuestiones aún más importantes. Además, en una competencia “a campo abierto” como es la de presupuestos de reformas para nuevos clientes que no te conocen ni tienen una referencia directa de tu empresa, la gente que tiene dos dedos de frente ajusta el precio lo que puede ya que le interesa conseguir proyectos e ir trabajando, aunque no gane mucho.

Téngase en cuenta que realizar un presupuesto de reforma integral sin compromiso requiere dedicar mucho tiempo sin cobrar: visitas, realizar todos los cálculos y elaborar el presupuesto. Esto viene a ser mínimo dos días de trabajo por presupuesto (muchas veces bastante más).

Internet se percibe a menudo como un medio donde encontrar precios más ajustados, o incluso chollos. Está mucho más claro encontrar una oferta buenísima en precio en productos que en servicios. Es mucho más fácil que el artículo sea el mismo (aunque se compre en un outlet o en un ofertón) a que el servicio prestado sea igual: que los trabajadores sean igual de buenos, que sean las mismas calidades de materiales, que la seriedad y el profesionalismo sea igual, etc…

Una reforma es algo muy serio, algo similar a una intervención médica pero para la casa en vez de para una persona. No es muy sensato el dejar que las cosas importantes dependan mucho de la Buena Suerte.